miércoles, 30 de enero de 2013

¡Esqueuomorfo!

Pues no, no es un insulto del capitán Haddock. Un esqueuomorfo es la conversión en ornamento de un elemento que anteriormente era necesario.

Ejemplos típicos son superficies plásticas imitando madera o metal, bolsillos o botones que no funcionan en la ropa o relojes digitales con LCD simulando manecillas.

Barato, barato jefe.
En el mundo digital los esqueuomorfos están por todas partes. Los "archivos" se guardan en "carpetas" que, en la mayoría de programas, se representan con dibujos de una hoja de papel y una carpeta de cartulina respectivamente. Para grabar hacemos clic en un botón que tiene un dibujo de un disquette y para enviar un mensaje pulsamos otro que muestra un sobre. Los smartphones siguen incluyendo dibujos de auriculares de sus versiones antiguas, no tan smart.


En parte, la existencia de estos esqueuomorfos es natural. No es tanto una cuestión ornamental como utilitaria. En el proceso de cambio de un sistema a otro es normal que se mantengan ciertos usos y convenciones para facilitar el proceso.

Sin embargo parece que muchos esqueuomorfos sobreviven a la que debería ser su fecha de caducidad. Hace años que casi nadie tiene teléfonos del tipo representado en la imagen y muchos jóvenes pueden no haber tenido nunca uno en sus manos.

No me parece mal. Palabras como colgar el teléfono se siguen usando, aunque hace muchos años que los teléfonos no se cuelgan. De hecho, los únicos que se colgaban en el sentido estricto eran estos:


Pero la palabra nos sigue sirviendo más de un siglo después. En realidad, la etimología de muchas palabras suele esconder sorpresas como esta, así que no debe extrañarnos que pueda existir una etimología ("estudio del verdadero origen") de los iconos y otros elementos de las interfaces digitales.

El problema surge cuando esos esqueuomorfos (también conocidos como metáforas visuales) interfieren con el funcionamiento de las cosas. Apple es conocida por abusar de estos elementos: los IPad muestran libros en una estantería de madera en los que, una vez abiertos, las "páginas" se "pasan" con un movimiento que imita al de su versión de papel.


En realidad, el propio concepto de página es en teoría innecesario aunque, por el momento, útil. Pero no le veo utilidad ni gusto a la librería ni al paso de páginas. Hay muchas formas más eficientes de conseguir el mismo efecto.

Parece ser que en Apple, el gusto por lo esqueuomorfo provenía de Jobs y era obra de uno de sus acólitos, Scott Forstall. Este último fue despedido poco después de la muerte del primero y Jonathan Ive, declarado antiesqueuomorfo, ha extendido su influencia al diseño de las interfaces, así que es de esperar que las cosas cambien. Para bien, desde mi punto de vista.

La tendencia entre los que usamos ordenadores unas doce horas al día me parece que es la opuesta. Generar usos y convenciones puramente digitales, que no sean contrapartidas de sus versiones analógicas (si las hubiera). De hecho pienso que hay quien se pasa y acaba teniendo en sus pantallas esqueuomorfos de ordenadores de los 60, pero esa es otra historia.

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Poco a poco, editores de texto basados en WYSIWYM empiezan a sustituir a los WYSIWYG (es decir, editores que dan importancia al contenido y no al formato final en una página de papel). Formatos de dibujo como SVG son concebidos directamente como algo que va a ser representado en una pantalla y no impreso en una hoja de papel.

Para los interesados en el tema recomiendo el artículo "La interfaz antimac", que no es tanto una crítica a la interfaz de los Mac como una serie de ideas para pasar de la infancia a la madurez de las interfaces de usuario.


1 comentario:

  1. Bueno, Me imagino, que los primeros que usaron por ejemploun icono de un telf para referirse a llamar y tal, lo hicieron como una buena y totalmente logica y trivial idea. Luego mas o menos todos lo aceptaron, el problema, es que ahora mismo, dudo que ninguna empresa se atreva a usar otra cosa por la cantidad de criticas que recibiría, empezando por muchissimmaa (<- son muchos) gente que no lo compraría por eso.
    Aunque abusando un poco del termino "colgar", creo que también podría decirse correctamente de los muchos telefonos que pulularon durante años, y que estaban colgados de la pared, y el auricular (aunque estrictamente seria posarlo), se colgaba tambien ahí. Pero prefiero seguir usando el termino colgar. Sus alternativas serían: ¿Posa el telefono en su soporte?, ¿Corta la comunicación?...
    ... Y aunque menos :-) los telefonos de nueva generación, se "cuelgan" de nuevo!!!!

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